Trata que tus sueños sean lo suficientemente grandes
para no perderlos de vista.
Si en alguna parte de mi historia
hubo penas y hubo olvidos,
hubo miedos y derrotas,
se quedaron enterradas
en el tiempo de ese tiempo,
porque sin temor, no hay valor
y sin valor no hay victorias
y sin victorias no hay derrotas,
que nos hunden al abismo
y nos haga renacer
como el fenix de entre las cenizas.
No se puede llegar mas allá del fondo
y solo en ese fondo empujarnos hacia arriba,
a la luz de un nuevo día
que nos vea renacer,
y entregarnos, entre miedos y esperanzas,
el amor, que es la flor de la vida.
Esa flor que solo nace, en el alma
del que vive, prisionero de sus sueños,
entregando en cada paso
la gran fuerza del guerrero,
con su espíritu aventurero.
No habrá miedos ni derrotas,
ni habrá penas ni habrá olvidos,
que detengan al guerrero
del espíritu aventurero
No habrá tiempo ni destiempo,
para el que vive de sus sueños
para el que vive de sus sueños
y de poderlos realizar.
Sandra